-500 g de alubias rojas
-1 cebolleta picada
-1 blanco de puerro pequeño picado
-4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
-1 diente de ajo fileteado
-Sal
Lavar las alubias en agua fría.
Ponerlas a remojo en agua fría bien cubiertas, en la misma cazuela en la que las guisaremos posteriormente.Las cubrimos con
una tapa para que no les entren impurezas. Las dejamos al menos doce horas de esta forma. Si las alubias son nuevas y no secas
no hace falta ponerlas a remojo, las guisaremos directamente.Una vez pasado el tiempo, comprobamos que el agua cubra por encima
de las alubias al menos 4 dedos. Si la legumbre ha absorbido mucha agua en el remojo, añadimos de esta forma un poco más.
Arrimamos la olla a fuego medio, añadiendo la cebolleta, el puerro, una pizca de sal y 1 cucharada sopera de aceite de oliva
crudo. El hervor ha de ser mínimo, muy leve y se debe prolongar entre 3 y 5 horas, según la naturaleza de la alubia, la dureza
del agua o la intensidad del fuego. Justo unos minutos antes de retirar las alubias del fuego, comprobamos que estén tiernas
y melosas y que el caldo esté ligeramente espeso y achocolatado, provocado por la rotura de algún grano, que liga y emulsiona
el caldo de cocción.
En ese momento hacemos en una sartén un refrito con las 3 cucharadas restantes de aceite de oliva y el diente de ajo fileteado,
volcándolo sobre las alubias guisadas. Comprobamos que el sazonamiento es el correcto y servimos, acompañando con guindillas
verdes encurtidas.
|